viernes, 11 de abril de 2008

TRIATLON BRUTAL




Ésta es la historia de un padre Australiano que practicaba triatlón.

Se propuso realizar el Ironman de Australia (un triatlón bestial) y su mayor ilusión era competir a lado de su hijo, quien, por desgracia, nació con parálisis cerebral.

El australiano nunca vio la situación de su hijo como un obstáculo y entrenó con él varios años hasta que llego la hora.

El Australiano, de aproximadamente 60 años, inscribió a su hijo, y a él mismo, al Ironman de Australia.

Ésta es una prueba para gente muy bien preparada, gente con mentalidad ganadora, ejemplar y con convicciones realmente fuertes.

Poder terminar el Ironman es algo fuera de este mundo.

Para poder hacerse una idea hay que decir que el Ironman es un triatlón bestial. Una prueba compuesta por tres partes:

1.- Nadar en el mar o en un lago un tramo de 4 kms (a veces en aguas gélidas)

2.- A continuación, salir de nadar y tomar la bicicleta de ruta y recorrer un trayecto de 180 kms ininterrumpidos con sus respectivas pendientes..

3.- Terminando la ruta de bicicleta, acaba la prueba con una maratón de 42.5 kms, la cual, en sí, es una prueba extremadamente agotadora tanto física, como mental.

Los campeones del mundo lo pueden hacer en 8 horas 15 minutos aproximadamente.

¿Alguien puede imaginarlo?

El australiano de esta historia, junto con su hijo, lo terminó en casi 17 horas. Dada la peculiaridad de esta heroicidad, cerraron carreteras y calles hasta que la prueba terminó por completo, hasta el punto que se hizo de noche.

Al final se puede observar, el llanto de un padre exhausto y las lágrimas del hijo.

A veces la realidad supera a ficción.

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