viernes, 30 de mayo de 2008

TENEMOS MUCHO DE QUE HABLAR....

~ Tenemos mucho de que hablar... ~

Busqué la muerte un día,
pero ella me encontró primero;
y postrado a sus pies, me miró con enojo,
y casi a los gritos me preguntó:
-¿Qué quieres de mí, hombre?
Yo le respondí-: Morir.
Ella sonrió de lado; miró al cielo y suspiró
como si mi pregunta no cupiera en su paciencia.
Me clavó sus ojos negros y me interrogó:
-¿Quieres morir de la mejor manera?
-Si –dije.
-Entonces dedícate a vivir de la mejor manera
–me respondió-.
Caminó ofuscada hacia la puerta de salida del hospital;
dio media vuelta, y susurró: -y deja de molestarme-;
dicho esto, se perdió entre la gente.
Busqué la vida un día, pero ella se cruzó en mi camino.
-Si... ¿qué deseas? –me preguntó.
-Vivir –le dije.
Sonrió.
-Entonces vive, como si yo fuera la misma muerte –me dijo.
Volvió a sonreír, se alejó rápidamente
y se perdió entre una espesa niebla.
Busqué la belleza un día; pero ella,
me sorprendió una mañana al despertarme.
-¿Qué buscas? –me preguntó.
-Belleza –le respondí.
Bajó la cabeza y sonrió dulcemente.
-No me busques en la carne,
ni en todo lo que es del tiempo –me dijo-,
y rápidamente, se esfumó por mi ventana.
Busqué la fealdad un día,
pero ella sea adelantó a mis pasos.
-¿Qué buscas en mí, hombre? –me preguntó.
-Fealdad –le dije.
-No me busques en lo que percibes con tus ojos,
ni en lo que puedas tocas con tus dedos...
no vivo ahí –me respondió.
Y dicho esto, se esfumó sin dejar rastros.
Busqué la riqueza un día, y sin saberlo,
una noche ella se sentó a mi lado.
-¿Qué quieres? –me preguntó.
-Riquezas –le dije.
Con gesto pensativo me dijo-:
Búscame en lo poco y en lo mucho,
en lo frugal y en la medida justa;
en el mar, y en el charco luego de la lluvia-.
Dicho esto, salió de mi casa en silencio.
Busqué la pobreza un día;
pero ella, supo antes que yo la buscaba.
-¿Qué buscas en mí, hombre –me preguntó.
-Pobreza –le dije.
-Vivo en lo más lujoso y en lo más andrajoso,
mi guarida está en las perlas,
y mi aliento en las desesperanzas...
pero no vivo en lo que tus ojos ven.
Bajó la vista, cerró los ojos, y desapareció.
Me sentía confundido, y busqué a Dios,
pero él se cruzó en mi camino esa misma tarde.
-¿Qué buscas? –me preguntó.
-A Dios –le dije.
-No me busques en lo que pierdes, ni en lo que ganas...
no vivo ahí. No me busques en pedestales,
ni en artilugios terrenales...
¡Mírate a ti mismo... búscame ahí!
Y dicho esto, se alejó rápidamente.
Busqué al diablo, pero él se cruzó en mi camino,
y me tomó fuertemente del cuello.
-¿Por qué me persigues? –me preguntó,
acercando su nariz a la mía-.
-Busco al demonio –le dije jadeando-.
Él me miró de reojo, y me volvió a dejar en tierra firme.
-¿Me estás tomando el pelo? –me preguntó.
-No –le dije, tomando un poco de aire-.
Me volvió a mirar, con cierta extrañeza.
-No me busques en la riqueza ni en la pobreza;
ni en lo poco ni en lo mucho...
ni en el cielo, ni en el infierno... no vivo ahí-.
Me miró nuevamente.
-¿Me estás tomando el pelo? –preguntó nuevamente-.
-No –le respondí.
-¡Mírate a ti mismo, búscame ahí! –gritó.
Giró, se rascó la mollera, y me escudriñó una vez más.
-¡Seres humanos! –susurró-, y se alejó rápidamente.
Llamé a gritos a la sabiduría,
pero ella ya estaba a mi lado.
-¿Qué quieres? –me preguntó.
-Sabiduría –le dije.
Me miró con preocupación, y se disfrazó de ignorancia.
Me tendió la mano,
y me preguntó si podía caminar conmigo un rato.
No me negué.
Me miró condescendientemente,
y me preguntó cuantos pasos faltaban para llegar a mí casa.
-Unos cuantos –le respondí-.
-Muy bien... demos uno a la vez,
tenemos mucho de que hablar... – dijo.

Alejandro Godoy

jueves, 29 de mayo de 2008

TEMAZCAL


CUATRO VIENTOS

Ehecatl
Viento del Oriente,
Casa de la luz,
Tlahuiztlampa es tu rumbo,
Te canto en el Temazcal.

Ehecatl
Viento del Poniente,
Casa de transformación,
Cihuatlampa es tu rumbo
Te canto en el Temazcal.

Ehecatl
Viento del norte,
Casa de sabiduría,
Mictlampa es tu rumbo,
Te canto en el Temazcal.

Ehecatl
Viento del sur,
Casa de la voluntad,
Huiztlampa es tu rumbo,
Te canto en el Temazcal.

LA VIA DEL TANTRA

A menudo parece que haya una gran contradicción entre experimentar el placer y seguir un camino espiritual o religioso
De hecho, para mucha gente, la religión no significa más que la negación o el rechazo de los aspectos placenteros de la vida.
Parece que hay que decir "no" al deseo, "no" a la espontaneidad, "no" a la libertad de expresión.
Por eso, no es de extrañar que la religión establecida tenga tan mala prensa.
En vez de considerarla como un método para trascender nuestras limitaciones, parece una de las formas más duras de represión.
Pero todo eso de la renuncia es otra forma de superstición que debemos superar si de verdad queremos ser libres.
Desgraciadamente, la forma en que muchas sociedades han utilizado la religión, como medio de opresión política o de control, justifica ese duro juicio.
Esta visión de la religión como opresora o limitadora de nuestra naturaleza humana básica no sólo es compartida por sus críticos sino también por muchos practicantes religiosos.
Hay mucha gente que piensa que la forma correcta de seguir una disciplina espiritual es negando sencillamente su humanidad.
Se han vuelto tan recelosos con el placer, que piensan que ser desgraciado tiene un verdadero valor: "Soy una persona religiosa, por lo tanto no debo disfrutar".
Aunque su aspiración es lograr alguna forma de paz y felicidad eternas, se niegan los placeres de la vida cotidiana.
Ven esos placeres como obstáculos, como interferencias al desarrollo espiritual y, si les sucede que experimentan un pequeño placer, se sienten incómodos.
Algunos, ¡no pueden comerse ni un trozo de chocolate sin pensar que son pecadores y glotones! En vez de aceptar y disfrutar esa experiencia tal cual es, se enredan en un nudo de culpabilidad y reproche. "Cuando en el mundo hay tanta gente hambrienta y miserable, ¡cómo me puedo atrever a gratificarme de esta forma!"
Todas esas actitudes son un completo error.
No hay razón alguna para sentirse culpable con el placer; esto es tan erróneo como aferrarse a los placeres transitorios y esperar que nos den una satisfacción definitiva.
De hecho, esto es sólo otra forma de aferramiento, otra forma de encerrarnos en una visión limitada de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser.
Esa culpabilidad es una perversión de la espiritualidad y no es, en absoluto, una actitud espiritual.
Si de verdad estuviésemos satisfechos con nuestra situación -felices y tranquilos tanto si nos encontramos ante condiciones favorables como adversas- tendría algún sentido el practicar la autonegación.
Podría utilizarse beneficiosamente para fortalecer nuestro desapego o para ayudarnos a comprender lo que es importante de verdad en nuestra vida.
Pero raramente nos privamos de algo por las razones correctas.
Nos empujamos a nosotros mismos hacia un estado desgraciado porque pensamos que ser desgraciado es en sí mismo algo valioso.
Pero no es valioso.
Si nos revolcamos en la desgracia, el único resultado es que experimentamos aún más la desgracia.
Por otro lado, si sabemos experimentar la felicidad sin las actitudes contaminadas del apego desmesurado o de la culpabilidad, podremos cultivar niveles cada vez más profundos en esta experiencia y lograr finalmente la felicidad inconcebible de todo nuestro potencial humano.
Si es equivocado este punto de vista que acabo de criticar, el de la autorrepresión, ¿cuál seria el punto de vista correcto para alguien que está verdaderamente interesado en desarrollar su máximo potencial?
Expuesto en forma sencilla, consiste en mantener la mente continuamente en una condición tan feliz y apacible como sea posible.
En vez de dejarnos llevar por los hábitos que tenemos de aferramiento, insatisfacción, confusión, miseria y mala conciencia, debemos intentar mejorar nuestra mente, desarrollando niveles cada vez más profundos de entendimiento, un control más hábil de nuestras energías mentales y físicas, formas de felicidad y gozo cada vez mayores y una vida mejor.
Este enfoque es mucho más razonable que el de intentar rechazar nuestras experiencias cotidianas.
Ésta es la lógica del tantra.

MANDAMIENTOS DE GURDJIEFF

1. Fija tu atención en ti mismo, sé consciente en cada instante de lo que ,piensa, sientes, deseas y haces.
2. Termina siempre lo que comenzaste.
3. Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
4. No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
5. Desarrolla tu generosidad sin testigos.
6. Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano.
7. Ordena lo que has desordenado.
8. Aprende a recibir, agradece cada don.
9. Cesa de autodefinirte.
10. No mientas ni robes, si lo haces te mientes y te robas a ti mismo.
11. Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
12. No desees ser imitado.
13. Haz planes de trabajo y cúmplelos.
14. No ocupes demasiado espacio.
15. No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
16. Si no la tienes, imita la fe.
17. No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
18. No te apropies de nada ni de nadie.
19. Reparte equitativamente.
20. No seduzcas.
21. Come y duerme lo estrictamente necesario.
22. No hables de tus problemas personales.
23. No emitas juicios ni cri­ticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
24. No establezcas amistades inútiles.
25. No sigas modas.
26. No te vendas.
27. Respeta los contratos que has firmado.
28. Sé puntual.
29. No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
30. Habla sólo lo necesario.
31. No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
32. Nunca amenaces.
33. Realiza tus promesas.
34. En una discusión ponte en el lugar del otro.
35. Admite que alguien te supere.
36. No elimines, sino transforma.
37. Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
38. Ayuda al otro a ayudarse a si­ mismo.
39. Vence tus antipatí­as y acércate a las personas que deseas rechazar.
40. No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
41. Transforma tu orgullo en dignidad.
42. Transforma tu cólera en creatividad.
43. Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
44. Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
45. Transforma tu odio en caridad.
46. No te alabes ni te insultes.
47. Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
48. No te quejes.
49. Desarrolla tu imaginación.
50. No des órdenes sólo por el placer de ser obedecido.
51. Paga los servicios que te dan.
52. No hagas propaganda de tus obras o ideas.
53. No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatí­a, complicidad.
54. No trates de distinguirte por tu apariencia.
55. Nunca contradigas, sólo calla.
56. No contraigas deudas, adquiere y paga en seguida.
57. Si ofendes a alguien, pídele perdón.
58. Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
59. Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
60. No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
61. No conserves objetos inútiles.
62. No te adornes con ideas ajenas.
63. No te fotografíes junto a personajes famosos.
64. No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
65. Nunca te definas por lo que posees.
66. Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
67. Acepta que nada es tuyo.
68. Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di sólo sus cualidades.
69. Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal considéralo tu maestro.
70. No mires con disimulo, mira fijamente.
71. No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado que les impida invadir toda tu vida.
72. En el lugar en que habites consagra siempre un sitio a lo sagrado.
73. Cuando realices un servicio no resaltes tus esfuerzos.
74. Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
75. Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
76. No trates de ser todo para tu pareja; admite que busque en otros lo que tú no puedes darle.
77. Cuando alguien tenga su público, no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
78. Vive de un dinero ganado por ti mismo.
79. No te jactes de aventuras amorosas.
80. No te vanaglories de tus debilidades.
81. Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
82. Obtén para repartir.
83. Si estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar…

miércoles, 28 de mayo de 2008

TE HAS DADO CUENTA?


¿Te has dado cuenta? Cuando otro actúa de una manera poco adecuada, decimos que tiene mal carácter; Pero cuando tú lo haces, son los nervios.

Cuando otro se apega a sus métodos o a sus gustos, es obstinado; Pero cuando tú lo haces, es firmeza.

Cuando a otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; Pero cuando a ti no te gusta su amigo, sencillamente, muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.

Cuando otro hace las cosas con calma, es que va a paso de una tortuga; Pero cuando tú lo haces despacio, es porque te gusta pensar las cosas.

Cuando otro encuentra defectos en las cosas, es un maniático; Pero cuando tú lo haces, es porque sabes discernir.

Cuando otro tiene modales suaves y delicados, es débil; Pero cuando tú los tienes, eres cortés y amable.

Cuando otro se compra un carro del año, es vanidad; Pero cuando tú te lo compras, es necesidad. Cuando a otro le da ira, es pecado; Pero cuando a ti te da ira, es porque "tu carácter es así." Cuando otro te dice una verdad que no te gusta, es que no tiene amor; Pero cuando tú lo haces, es que eres sincero.

Cuando otro no te saluda, es que es orgulloso; Pero cuando tú no saludas, es que no lo viste. Cuando otro no cumple con su deber, es un irresponsable; Pero cuando tú no cumples con tu deber, es que realmente no puedes.

Cuando otro tiene serias dificultades, es que está en pecado; Pero cuando tú las tienes, es una prueba.

Cuando otro no trabaja, es que es un vago; Pero cuando tú no trabajas, es que no consigues trabajo.

Cuando otro sufre escasez, es que es un mal administrador; Pero cuando tú sufres escasez, es que no ganas suficiente.

Cuando otro habla de los demás, es un calumniador; Pero cuando tú hablas de los demás, es para orar.

Cuando otro cae en tentación, es un pecador; Pero cuando tú caes en tentación, es una debilidad. Cuando otro no acepta el reto, es un cobarde; Pero cuando tú no lo aceptas, es que no estas capacitado.

Cuando otro recibe bendiciones, es por la misericordia de Dios; Pero cuando tú recibes bendiciones, es porque te las mereces.

Cuando la hija de otro es rebelde, él es mal padre; Pero cuando tú hija es rebelde, es porque heredó el carácter del abuelo.

Cuando otro paga mal por mal, es porque es un vengativo; Pero cuando tú lo haces, es porque estás haciendo justicia.

Cuando otro cumple con su deber, es para acumular puntos; Pero cuando tú cumples con tu deber, es porque eres responsable.
Fabiana Bonino

TARA VERDE


Dicen que los mantras se remontan al menos a la tradición védica. Se trata de sonidos especiales utilizados como instrumentos de meditación.

Un Mantra, es una sílaba, palabra o frase, cuya pronunciación hace vibrar nuestras energías.

Tienen la capacidad de aquietar la mente y enfocar nuestra atención.
La palabra mantra proviene del sánscrito: ‘man’, que significa mente, y ‘tra’, que tiene el sentido de protección.

Existen infinitos mantras procedentes de las diversas culturas y religiones de todo el mundo y normalmente son usados como objetos de meditación capaces de inducir a estados alterados de consciencia.

Siempre tengo presente a Tara, se dice de ella que es “la que ayuda a alcanzar la otra orilla” y que nació de una lágrima vertida por
Avalokiteshvara, el buda de la compasión, del cual ella es una emanación.

Hay
21 manifestaciones de Tara las más conocidas son: Tara Verde, Buda femenina, madre de todos los Budas y Tara Blanca, la Gran pacificadora

VER Y PENSAR...


No es oro todo lo que reluce...

martes, 27 de mayo de 2008

EVOLUCION HUMANA


Me parece que el futuro de la raza humana se encuentra hoy en grave peligro.
Arthur Koestler ha sugerido la escalofriante hipótesis de que el hombre es una criatura programada para la autodestrucción: que existe algo dentro de su psique que lo conducirá finalmente a su destrucción.
En este contexto, el antiguo mito de la Atlántida me resulta fascinante.
La Atlántida fue una gran y gloriosa civilización, próspera más allá de lo imaginable, que relucía con todos los logros de la ciencia y la tecnología.
Y se nos dice que la Atlántida se sumergió un día bajo las aguas, incapaz de sobrevivir a su propia ingeniosidad tecnológica.
¿Podría acaso ser que fuéramos la nueva Atlántida?
Les pediría que reflexionaran sobre esta pregunta, ya que la ciencia y la tecnología nos han entregado nuevamente todas las relucientes maravillas, pero la sabiduría languidece.
El conocimiento crece y la sabiduría languidece.

El hombre está alcanzando literalmente las estrellas, y los fantásticos logros de la medicina y la ingeniería están a la vista.
Sin embargo, el hombre parece haberse topado hoy con este terrible veneno: el odio, la envidia, el temor, la falta de paz interior, el conflicto constante entre las fuerzas hostiles que parecen dominar al mundo actual.
Creo que la clave reside en el futuro de la conciencia humana.
Este gran regalo de los Dioses, el don de la conciencia, ha crecido durante millones de años desde los organismos unicelulares hasta llegar actualmente al estado humano.
¿Hacia donde seguimos? ¿Existe algún motivo para suponer que la evolución de la conciencia llega a su fin con nuestro actual estado humano? ¿O nos hallamos acaso equilibrados en el umbral de un salto a un nuevo nivel de conciencia? ¿Por qué motivo debiera la evolución terminar con nosotros? Algo que se halla inserto dentro de todo el proceso evolutivo parece estar empujando a la conciencia a un nuevo salto, que es lo único que puede asegurar la supervivencia humana.
Es importante recordar la gran diferencia que existe entre este salto de conciencia y los que ocurrieron con anterioridad.
Los animales no participaron activamente en su evolución hacia los seres humanos; fue una evolución a ciegas. Pero hoy tenemos, por primera vez, una especie capaz de cooperar con la fuerza evolutiva, y eso puede contribuir a producir esa mayor conciencia.
No somos sólo instrumentos ciegos. Somos individuos concientes de nosotros mismos, y es allí donde hallamos la clave de la importancia del esfuerzo espiritual.

La evolución de la conciencia y la supervivencia humana
Karan Singh

lunes, 26 de mayo de 2008

ALCOHOL...

Lo que revela tu bebida favorita acerca de tí

LOS BEBEDORES DE CERVEZA
Tienden a tener un exceso de energía física en el cuerpo que no están usando, que no están canalizando correctamente .
La palabra clave aquí es frustración y no tener un canal para su energía. hacer jogging, aerobics o algún otro ejercicio regular puede liberar la energía bloqueada mucho más efectivamente que una botella de cerveza.

LOS BEBEDORES DE VINO
Tienen demasiada energía mental. La gente que está bebiendo demasiado vino debería hacer una pausa pare preguntarse a sí misma: "¿Qué capacidades mentales no estoy usando correctamente?"
La palabra clave aquí no es tanto frustración como tristeza.
Los bebedores de vino frecuentemente se permiten quedarse atrapados en laberintos mentales que no los conducen a ninguna parte... Un pequeño vaso de vino, bebido lentamente en el trasnscurso de una hora, tenderá a bajar la energía de la cabeza y a distribuirla en todo el cuerpo. Más de eso resulta contraproducente pues comienza a adormecer el cuerpo y permite a la mente que corra y divague aún más libremente.
La recomendación para estas personas consiste en observar su mente, en practicar algún tipo de meditación diaria.

LOS BEBEDORES DE LICORES PESADOS
A menudo tienen problemas expresando su enojo y han de preguntarse a sí mismos de qué están enojados.
La palabra clave aquí es enojo. Un pequeño trago bebido lentamente a lo largo de media hora o cuarenta minutos, puede ayudar en la liberación natural de la energía del enojo transmutándola de una manera mucho más eficiente y aceptable que las canciones de las borracheras o el catártico recuento de la historia personal entre trago y trago. Más de un trago comienza a envenenar el hígado, que a nivel metafísico, es donde se procesa el enojo.

Donna y Andrew:

domingo, 25 de mayo de 2008

OBSTACULOS


Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras.
En el horizonte
se recorte la silueta de una ciudad.
Agudizo la mirada para distinguirla bien.

Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo.
Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis
sueños están en esta ciudad.
Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que
más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad.
Sin dudar, empiezo a caminar
hacia ella.
A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un
poco, pero no me importa.
Sigo, diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo
que una enorme zanja me impide mi paso.
Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente.
De todas maneras
decido saltar la zanja.
Retrocedo, tomo impulso y salto...
Consigo pasarla. Me
repongo y sigo caminando. Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto.
Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado.
Me
sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo.
Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas.
Me doy cuenta de
que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro.
Un
gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños... Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca...
No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera.
Me sonríe
con complicidad. Me recuerda a mí mismo... cuando era niño. Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja:
¿Por qué tantos
obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta:
¿Por qué me lo preguntas a mí?

Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos
los trajiste tú.

Jorge Bucay

LOS PECADORES

El rabino Wolf entró por casualidad en un bar; algunas personas bebían, otras jugaban a las cartas, y el ambiente parecía cargado.

El rabino salió sin hacer ningún comentario. Un joven lo siguió.

Sé que no le ha gustado lo que ha visto dijo el muchacho.
Ahí sólo hay pecadores.

Me ha gustado lo que he visto dijo Wolf. Son hombres que están aprendiendo a perderlo todo. Cuando ya no les quede nada material en este mundo, no les restará más opción que volverse hacia Dios.

¡Y a partir de entonces serán excelentes siervos!


LA BONDAD

Hace poco, alguien me preguntó cómo ser bondadoso.
Se sentía
frustrado con su vida y quería ser “mejor persona”. Le dije: “No intentes ser mejor persona, porque ya lo eres.
La bondad que quieres
sentir, ya la tienes.
Pregunta a un agricultor cómo prepara el terreno.
No lo hace con frustración. Cuando te sientes frustrado tienes el anhelo, el deseo, pero no sabes qué hacer con él. Por lo tanto, prepara el terreno”. Tú eres el terreno, prepáralo. ¿Cómo? Te harás un experto en aquello que más practiques en tu vida. Quizá seas bueno en sentirte frustrado. Si eso es lo que más practicas, te harás un experto en la materia. Así que, en lugar de eso, empieza a practicar la bondad. Y para practicarla, sólo tienes que ser un poco más consciente. Si vas a hablarle a alguien, primero piensa: “¿A quién estoy hablando?”.
Muchas veces los padres en realidad quieren decirle a sus hijos: “Te quiero”, pero no es eso lo que sale y, en cambio, les dicen: “¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué no puedes ser así? Te he dicho mil veces …”. Sin embargo, lo que verdaderamente quieren decirles es: “Te quiero”.

Ser consciente proporciona muchos beneficios. Lo sé porque cuando no soy consciente, digo cosas que luego lamento. Así que no me estoy dirigiendo a ti como un experto, sino como alguien que tiene mucha experiencia.
Conciencia. Ésta es tu vida. No dejes que las circunstancias la dirijan; sé
tú quien dirige tu vida, lo que quieres, cómo deseas ser.
¿Quieres estar enfadado? A veces es bueno, pero otras veces deseas ser amable.
Eres como un pintor. En tu paleta hay muchos colores. No tienes por qué usar sólo uno. Se trata de tu vida. La bondad está en ti. La inconsciencia está en ti y también la conciencia. Lo único que tienes que hacer es dedicar un momento a ser consciente. Es fácil.
Simplemente espera un
momento antes de hacer algo y piensa: “¿Qué es lo que estoy a punto de hacer? ¿Qué es lo que quiero hacer? Voy a hablar con esta persona, ¿cómo quiero sentirme después?”.
Ésas son pequeñas cosas que puedes hacer. Y la más fácil de todas es sencillamente detenerte un momento. Pero, ¿qué pasa con la “realidad” de todas las cosas que tienes que hacer? Ésa no es la realidad, es ficción.
Para mí no hay ninguna
diferencia entre pensar en todo lo que tienes que hacer y pensar que en el armario hay un monstruo, como hacías cuando eras pequeño. No hay ningún monstruo en tu armario. ¿Acaso debes hacer ahora todo lo que tienes que hacer?
Quizá te levantas a las 6 de la
mañana, pero la oficina no abre hasta las 9. Sin embargo, piensas: “Tengo que hacer eso, y aquello y lo de más allá”. Dedica un momento a ser consciente. Sólo se tarda una fracción de segundo.
Si vas pilotando un avión, más te vale no ser inconsciente y apretar el botón equivocado. Pulsar el botón correcto sólo lleva una fracción de segundo.
Y si quieres ser consciente, sólo se tarda una
fracción de segundo en pensar: “¿Qué es lo que estoy a punto a hacer?”. La bondad está en ti. No tienes que crearla. En ti hay más bondad y más amor de lo que puedas imaginar. ¿Por qué deberías ser bondadoso?
Cuando lo eres, eso hace que tú te
sientas bien. Muchos quieren ser amables para que los demás aprueben su conducta. Pero cuando eres amable, tú te sientes bien. Un aliciente muy bueno. Y es muy contagioso. ¿Quieres ser bondadoso?
Empieza por serlo contigo mismo. Sí, la gente
se enfada y todo lo demás, pero tienes que perdonar y perdonarte a ti mismo.
Ahí empieza la bondad. Si no puedes ser bondadoso contigo mismo, serlo con los demás es arbitrario.
Todos cometemos errores y seguiremos haciéndolo. Si no los cometiéramos, no podríamos aprender de ellos. Pero tenemos que aprender de ellos y avanzar, cueste lo que cueste.
Cometer errores no es ningún problema, siempre y cuando aprendas
de ellos.
Así pues, tienes bondad; tienes todo lo que necesitas. Practícalo. Te harás un experto en aquello que practiques. Es muy sencillo, de verdad.?
Prem Rawat

sábado, 24 de mayo de 2008

DIOS LA CREO....

Dios que estaba ocupado en crear a las madres, llevaba ya seis días trabajando horas extraordinarias, cuando un ángel se le presentó y le dijo:

“Te afanas demasiado Señor”.
El Señor respodió : pero no te das cuenta que esta criatura tiene que ser lavable de pies a cabeza, sin ser de plástico y que tiene que llevar cien piezas movibles, todas reemplazables funcionar a base de café negro y de las sobras de comida, que tiene que poseer un regazo capaz de desaparecer cuando se ponga de pie, un beso capaz de curar todo, desde una pierna rota hasta un amor frustrado y tener seis pares de manos.
Y el ángel confundido observó: ¿Seis pares de manos Señor? Eso no es posible! no son las manos el problema, agregó el Señor, sino los tres pares de ojos.
¿Y eso es para el modelo normal? Preguntó el ángel.
Y el Señor le explicó: uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte ¿niños, que están haciendo ahí adentro? Aunque ya lo sepa muy bien; otro detrás de la cabeza para ver lo que más le valiera ignorar, pero que precisa saber; y desde luego los de adelante, para mirar a un niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra: “te entiendo hijo y te quiero mucho”.
El ángel le tiró de la manga y advirtió mansamente: vale más que te vayas a la cama señor, mañana será otro día.
No puedo, y además creo que me falta poco. dijo el Señor agregando: la hice que se cura por si sola cuando enferma; que es capaz de alimentar a una familia con un poco de fríjol y de persuadir a un niño de cuatro años que se esté quieto mientras lo baña.
Lentamente, el ángel dio la vuelta en torno a uno de los modelos maternales diciendo: me parece demasiado delicada, comentó con un suspiro.
Pero es muy resistente aseguró Dios emocionado, no tienes idea de lo que es capaz de hacer y sobrellevar.
¿Podrá pensar? preguntó el ángel.
Claro, y razonar también, respondió el Señor.
Por último el ángel se inclinó y pasó un dedo por la mejilla del modelo, diciendo: tiene una fuga!
y dijo Dios: no es una fuga, es una lágrima.
¿Y... para qué sirve? Dijo el ángel.
Para expresar gozo, aflicción, desengaño, pesadumbre, soledad y orgullo.
Eres un genio Señor, comentó el ángel.
Y Dios, con un perfil de tristeza observó y dijo:

“yo no le puse la lágrima .”



MENTIRA Y AUTOENGAÑO


Mentira y autoengaño..

jueves, 22 de mayo de 2008

PSICOLOGIA - REICH


Si la gente necesita lo bueno lo provechoso y lo clarificador, deja que ellos lo busquen; que ellos lo descubran por si mismos. Deja que ellos mismos desarrollen la habilidad de discriminar entre las palabras de un bribón o el vano parloteo de un político o el cantamañanas de la libertad y las enseñanzas de un hombre serio.

Que la gente se salve a si misma. Le hará muchísimo bien, finalmente aprender que se siente al sucumbir debido a la propia estupidez.
Tales lecciones nunca se olvidan y son muy productivas de nuevas posibilidades.

Se como un guía que sólo indica cómo llegar en forma segura a la cumbre de la montaña pero no determina cual es la montaña que el turista quiere escalar.

No te sientas responsable por la gente sino por lo que está ocurriendo en el mundo. No vayas hacia la gente; no escribas para la gente y no trates de convencer a la gente de la verdad o la importancia social de su saber.

Escribe acerca de cosas que crees que son verdaderas, y no para la gente. No trates de demostrar tu verdad ofendiendo a la gente, pero distingue la ofensa misma de la ofensa que resulta de decir lo que es cierto.

Enfrenta la dolorosa tarea de amar a los seres humanos y al mismo tiempo de no quedar ligado a ellos del modo habitual; deberás conocer sus flaquezas sin despreciarlos ni temerles.

Aprende a dar sabiamente, o de lo contrario la gente te tomará por una persona fácil de engañar y hará de ti un tonto con profundo desprecio por tus métodos.

Cuídate del que se sube al tren de tu causa, aquel que se cuela en tu coche que esta repleto con los valiosos frutos de tu ardua tarea, llenándose hasta el tope sólo para acuchillarte después, o para hacerse más grande que tu.
Infinitos son los deseos de la gente de obtener cosas. No importa qué quieren. Lo que importa es el querer y el obtener.

Cuídate de aquel que no se atreve a mirarte de frente o simplemente a los ojos, y de aquel que siempre te vuelve la cara por miedo a que lo veas y lo conozcas.

«Respecto a mi persona y mi obra pido al lector que considere un hecho sencillo: Los psicoanalistas neuróticos me califican de esquizofrénico, los comunistas fascistas me combaten como trosquista, las personas sexualmente lascivas me han acusado de poseer un burdel, la policía secreta alemana me persiguió como bolchevique, la estadounidense como espía nazi, los charlatanes de la psiquiatra me llamaron charlatán, los futuros salvadores del mundo me calificaron de «nuevos Jesús» o «nuevo Lenin»... Yo estoy dedicado a otra labor que requiere todo tiempo y la fortaleza de que dispongo: el trabajo sobre la estructura irracional humana y el estudio de la energía vital, descubierta hace muchos años; en pocas palabras: «estoy dedicado a mi trabajo en orgonomía»
WILHELM REICH


EL GURU FALAZ

Las lluvias monzónicas habían llegado a la India. Era un día oscuro y llovía torrencialmente. Un discípulo corría para protegerse de la lluvia cuando lo vio su maestro y le increpó:
Pero, ¿cómo te atreves a huir de la generosidad del Divino?, ¿por qué osas refugiarte del líquido celestial? Eres un aspirante espiritual y como tal deberías tener muy en cuenta que la lluvia es un precioso obsequio para toda la humanidad.
El discípulo no pudo por menos que sentirse profundamente avergonzado.
Comenzó a caminar muy lentamente, calándose hasta los huesos, hasta que al final llegó a su casa. Por culpa de la lluvia cogió un persistente resfriado.
Transcurrieron los días.
Una mañana estaba el discípulo sentado en el porche de su casa leyendo las escrituras. Levantó un momento los ojos y vio a su gurú corriendo tanto como sus piernas se lo permitían, a fin de llegar a algún lugar que lo protegiera de la lluvia.
Maestro le dijo, ¿por qué huyes de las bendiciones divinas? ¿No eres tú ahora el que desprecias el obsequio divino? ¿Acaso no estás huyendo del agua celestial?
Y el gurú repuso:
¡Oh, ignorante e insensato!
¿No tienes ojos para ver que lo que no quiero es profanarla con los pies?

El Maestro dice: Los que no ejemplifican sus palabras con sus actos siempre encuentran una manera de justificarse.


miércoles, 21 de mayo de 2008

LA RENDICION


Cuando tu situación de vida te resulta insatisfactoria o intolerable,
sólo si empiezas por rendirte podrás romper el patrón de resistencia
inconsciente que perpetúa esa situación.
La rendición es perfectamente compatible con la acción, con iniciar los
cambios o alcanzar lo objetivos. Pero, en estado de rendición, tu acción
fluye desde una energía completamente diferente, de otra cualidad. La rendición
te conecta con la fuente-energía del Ser.

Eckhart Tolle.

SANTO DAIME



Maravilloso...

martes, 20 de mayo de 2008

LA IRA


La ira es la manifestación emocionalmente violenta de la angustia, el miedo o la ansiedad. En otras ocasiones puede ser manifestación de la pérdida del control de una situación que queremos manejar o dirigir hacia otro desenlace.
En la mitología griega existían tres deidades a quienes se les llamaba “Erinias” o “Furias”.
Eran justas pero implacables y despiadadas. Las “hijas de la noche” eran Megera (vengadora de los celos); Tisífone (vengadora de los crímenes) y Alecto (siempre iracunda). Perseguían a los que obraban más sin poner atención a ningún atenuante. Tenían tan terrible apariencia, en sus cabezas. En lugar de cabellos tenían serpientes, perseguían a los malhechores y se metían en su cabeza hasta volverlos locos.

Con frecuencia escuchamos en los medios de comunicación de incidentes donde la ira causó que literalmente “la sangre llegara al río”.
La ira tiene dos corrientes de manifestación: la interna y la externa.
Las manifestaciones internas a menudo son desconocidas para el observador no entrenado, pero, suelen incluir pensamientos negativos, destructivos, agresivos, pensamientos defensivos exagerados y que en conjunto presentan un patrón reiterativo, es decir, que se repiten una y otra vez.
Como todas las emociones tienen una representación corporal se suele mostrar como tensión facial, tensión muscular, expresiones orales, dolor de cabeza o del área mandibular, dolor de espalda.
Las manifestaciones externas se presentan como el uso de palabras altisonantes o vulgares o interjecciones que denotan la alteración del estado anímico.
Los ademanes pueden tener la misma equivalencia en el lenguaje corporal.
Pueden producirse actos que se hacen repetitivos y nos programan a reaccionar con hábitos y conductas agresivas que llegan a los niveles de agresión psicológica, verbal y física.
La mayoría de las ocasiones se presenta una mezcla de estas dos vertientes de manifestación de la ira y la persona furiosa exterioriza sus pensamientos de manera verbal y conductas agresivas.
Las consecuencias son nefastas para el iracundo y su entorno. Se trastornan las relaciones conyugales, las relaciones y la estructura familiar. Este daño termina por inundar el ambiente laboral y el desempeño profesional del iracundo y lo degrada socialmente pues cuando el fruto de su ira se conoce puede ser rechazado socialmente.
Pero el cambio más importante se da mucho antes de estos daños a su entorno. Nos referimos a que la persona con un patrón de respuesta proclive a la ira, destruye la relación con su “propio yo” y se convierte en la primera víctima de su propia ira interior.
Su valoración de los sucesos diarios, aun aquellos que ocurren solo en su mente se altera y por tanto asume como primera opción de respuesta la ira, cerrando la posibilidad a los mecanismos de reacción constructivos y a la negociación.
Es por eso que vemos, después de hecho el daño, surgir las manifestaciones del arrepentimiento y las promesas de no volver a recaer en la ira desencadenada.
Vanas promesas pues en cuanto ocurre otro estímulo se vuelve a iniciar el ciclo de valoración errada del estímulo y la aparición automática de la conducta iracunda con los subsecuentes hechos negativos y violentos.
Es decir, estamos en presencia de una persona prisionera de sus propios automatismos.
Por Dr. Edgardo Gaitán
Fuente:prensa.com

AIKIDO

Curso internacional de Aikido impartido por Yoshigasaki Sensei
Mayo , 2008


domingo, 18 de mayo de 2008

EL CUERVO

En un atardecer triste y quejoso
meditaba yo débil y abrumado
sobre un volumen de ciencias muy curioso
de temas que ya estaban olvidados;
mientras cabeceaba somnoliento
oí como si repicaran suavemente
la puerta cerrada del salón:
“Será alguna visita –pensé yo-
que está llamando a la puerta de atrás,
es eso, sólo eso y nada más”.

¡Ah!, aún recuerdo claramente
aquel diciembre anodino,
y el rescoldo mortecino
que hacía sombra en el suelo
mientras pedía vagamente
a los libros un consuelo
por la pérdida de aquella
que los ángeles, por bella,
quisieron llamar Leonor.
¡Oh! mi amor,
¡oh! hermosura excepcional
que ha quedado sin nombre
por siempre, siempre jamás.

Me estremecí al ulular
de las púrpuras cortinas
con ese ruido sedoso
del fantasma que camina,
mi corazón temeroso
del pecho quería saltar
y yo repetía angustiado
para poderlo callar:
“Es sólo un visitante que quiere entrar;
es eso, eso es sólo y nada más”.

Mas de pronto mi alma tomó aliento
y sin dudarlo lancé mi voz al viento:
“Señor –dije -, o señora, lo lamento
y os imploro perdón de corazón,
pero ha ocurrido que,
como estaba yo medio dormido
y llamasteis tan sin hacer ruido
a la puerta de mi habitación,
pues apenas sí os he oído”.

Y abrí de par en par:
oscuridad tan solo y nada más.
Di la vuelta tras cerrar,
sentía la sangre caliente
cuando de nuevo oí llamar,
esta vez más fuertemente.
“Eso es –dije- eso es seguramente
que sin duda esta mañana
alguien dejó sin pensar
cualquier cosa en la ventana;
voy a ver”. Abrí de par los postigos
y entró cual si fuera amigo,
con revoloteo ruidoso,
un cuervo majestuoso;
no hizo reverencia alguna
y con un aire altanero,
de dama o de caballero,
sin batir casi las alas,
con la mirada despierta
saltó, se posó en la puerta,
luego en el busto de Palas...
y nada más.

“Aunque tengas la cabeza rala y lisa,
no es tu actitud sumisa,
tú, que por el margen de la noche vagas,
dime cuál es tu nombre,
antes de que deshagas
lo que plutónicamente te da el hombre,
pájaro carroñero”.
Y el cuervo dijo: “Nunca más”.

De pronto noté el aire perfumado,
un invisible incensario balanceado
por ángeles cuyo tintineo
quedaba en la alfombra amortiguado:
“Miserable –me increpé -,
Dios, por medio de estos querubines
te envuelve en el descanso y el sopor
que alivian el recuerdo de mi amor.

Apura, apura este filtro que asegura
el no acordarte más de mi locura”.
Y dijo el cuervo: “Nunca más”.
“Que estas palabras sean tu despedida,
pájaro o demonio –grité furioso -,
aléjate de mi vida,
vuelve a tu noche de plutonio,
y no dejes plumas atestiguando
la mentira que tu alma invoca;
mi rebeldía se ha convertido en ira,
¡baja del busto de roca!,
no busques mi corazón
y desaparece de mi habitación”.
Y dijo el cuervo: “Nunca más”.

Y el cuervo, inerte,
cerradas sus alas,
allí sigue parado,
sobre el busto de Palas,
guardián inmóvil de mi imagen muerta,
escudriña mi ser desde la puerta.
La luz proyecta su imagen en el suelo,
donde yace mi alma sin consuelo,
donde siempre mi alma yacerá
pues no podrá levantarse nunca más.

Edgar Alan Poe

jueves, 15 de mayo de 2008

ORACION INDIGENA

No te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí. No duermo ahí.

Soy como mil vientos soplando.
Soy como un diamante en la nieve, brillando
Soy la luz del sol sobre el grano dorado
Soy la lluvia gentil del otoño esperado

Cuando despiertas en la tranquila mañana,
Soy la bandada de pájaros que trina
Soy también las estrellas que titilan,
mientras cae la noche en tu ventana

Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando
No estoy allí......... yo no morí

BLOG DE ALEJANDRO TREJOS

ICARO



No tengo palabras, solo gracias....


miércoles, 14 de mayo de 2008

MI TAO

Todo el mundo dice que mi Tao es grande
y que no puede compararse con nada.
Justamente por eso no se parece a nada,puede ser grande.
Si se pareciese a algo,
ya habría empequeñecido tiempo ha
Yo poseo tres tesoros
que tengo en gran estima.
El primero se llama amor,
el segundo, mesura,
el tercero es no oponerme por delante de los demás.
Gracias al amor se puede ser valiente,
gracias a la mesura se puede ser generoso,
y gracias a la humildad se obtiene el liderazgo.
Pretender ser valiente sin amor,
ser generoso sin mesura,y ser el primero sin humildad,
conduce a la muerte.
Por que el que combate con amor ganará la batalla
y el que defiende con amor se mantendrá incólume.
El cielo lo protegerá como si fuera una muralla

TAO TE CHING. Lao-Tse

LA ISLA DE LAS FLORES



La isla de las flores

Fantastico corto-documental.

martes, 13 de mayo de 2008

NI TU NI YO SOMOS LOS MISMOS..

El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.

Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.

Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
¿No estás enfadado, señor?
No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
¿Por qué?
Y el Buda dijo:
Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada

El Maestro dice: Para el que sabe ver, todo es transitorio: para el que sabe amar, todo es perdonable.