mi vida, mis amigos, mi espíritu, a tu cuidado dejo por completo...
Mis tiempos están en Tus manos, en Ti siempre confío,
y después de la muerte a tu derecha siempre estaré.
La primera vez que comió hongos psilocibos era una niña y lo hizo orillada por el hambre, como ella misma le relató a su biógrafo, en días ordinarios toda su familia comía frijoles, si es que había, o se conformaba con puras tortillas. Un día se fue al monte, encontró unos hongos y se los comió: "No teníamos nada: sólo hambre, sólo frío… Ni siquiera sabía si eran alimento o veneno. Pero sentía que me hablaban. Después de comerlos oí voces. Voces que venían de otro mundo." María Sabina y su hermana María Ana hicieron de aquella ingestión casual una costumbre: "En unas veces el abuelo y en otras mi madre llegaban al monte y nos recogían del suelo, tiradas o arrodilladas. '¿Qué han hecho? preguntaban… Nunca nos regañaron ni nos golpearon por comer hongos, porque ellos sabían que no es bueno regañar a una persona que los ha tomado, ya que se le pueden provocar sentimientos encontrados y es posible que sienta que enloquece".
Tiempo después supo que los hongos "eran como Dios":Que daban sabiduría, que curaban las enfermedades y que nuestra gente hacía muchísimos años que los tomaban… Años más tarde, cuando quedé viuda por segunda vez, me entregué para siempre a la sabiduría, para curar las enfermedades de la gente y para yo estar siempre cerca de Dios… En verdad yo nací con mi destino. Ser sabia… Y nunca fui a la escuela donde pudiera aprender a leer, a escribir o a hablar castellano. Mis padres únicamente hablaron la lengua mazateca. Nunca aprendí otra lengua. Además no sabía qué era la escuela, ni sabía si existía; y si la hubiera habido yo no habría ido, porque no había tiempo. Anteriormente se trabajaba mucho.
Los Psilocybe mexicana (pajaritos) constituyen una de las especies más pequeñas de hongos alucinógenos. Contienen psilocibina y psilocina. Brotan principalmente en el sur y el centro de México.
Alcanzan una altura de 2.5 a 10 cm. El sombrerillo campanulado mide entre 1 y 3 cm de diámetro, tiene un color paja pálido y una pequeña protuberancia más clara en la punta.
Su tallo es muy delgado, largo y fibroso, las esporas son de color café negro a café púrpura.
Te recomiendo que no los consumas si no es en un contexto adecuado, (Los niños buenos) te pueden dar un susto.......
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