La lactosa necesita ser procesada en el intestino por una enzima que se llama lactasa, la cual es producida por la flora bacteriana. La intolerancia a la lactosa no significa alergia a los lácteos.
La intolerancia primaria se da inducida por el entorno, esto es, cuando una persona es criada dentro de una sociedad que no consume productos lácteos, por ejemplo en Asia o Africa, donde los lácteos son poco comunes.
La intolerancia secundaria o adquirida es temporal ya que es una deficiencia transitoria, existen algunas patologías en las cuales el intestino deja de producir las enzimas normales como infecciones virales, daño en las microvellosidades del intestino, uso de medicamentos antibacterianos de amplio espectro, enfermedades como la desnutrición, diabetes, algunos tipos de cánceres, enfermedad celíaca (celiaquía), etc. Hay también deficiencias de nacimiento de lactasa.
Como vemos el factor étnico influye puesto que en Europa la intolerancia es menos del 2 % comparada como realidades como Asia, donde en algunas regiones la intolerancia llega a ser de más del 90 %. En nuestro país la tasa es significativa debido al componente étnico también.
Si una persona no está acostumbrada a los lácteos o los deja de consumir por un tiempo, el intestino deja de producir lactasa en cantidades importante, haciendo que cuando retome el consumo, este pueda ocasionar problemas.
En algunas realidades donde no se consumen lácteos, la producción de lactasa usualmente cae en un 90 % en los primeros 4 años de vida.
Las molestias pueden ir desde cólicos abdominales hasta aumento de la frecuencia intestinal, gases entre otros.
El estrés afecta en gran manera la flora intestinal y el normal funcionamiento de esta, incluyendo la producción de lactasa.
La leche es el lácteo que más lactosa posee, el yogurt y los quesos en mucho menor proporción, lo que hace que este tipo de productos sea de más fácil digestión para quienes tienen este problema.
Hay también opciones de leche deslactosada en el mercado que ayuda mucho. También los cultivos lácteos como los lactobacilos ayudan mucho a mejorar las molestias, al mejorar la flora intestinal y ayudar a procesar la lactosa proveniente de los alimentos.
Así que esta es una buena noticia para los que sufren de intolerancia, la cual, como hemos visto puede ser corregida o mejorada.
Dr. Arnaldo Hurtado