jueves, 7 de julio de 2011

EL ZORRO Y EL LEON


Foto de Jurema

Érase una vez un zorro que se encontró con un joven conejo en el bosque.
El conejo preguntó: ¿Qué eres tú? Soy un zorro y podría comerte si quisiera. ¿Cómo puedes probar que eres un zorro? le preguntó el conejo. El zorro no supo qué contestar, porque hasta el momento los conejos siempre habían huido de él sin plantearle cuestiones de este tipo. El conejo dijo: Si me puedes mostrar una prueba escrita de que eres un zorro, te creeré. Medio confuso, el zorro acudió al león que le dio un certificado de que era realmente un zorro.

Cuando volvió, el conejo estaba esperando y el zorro empezó a leer el documento.
Habiendo captado lo esencial del mensaje, el conejo corrió a meterse en su madriguera y nunca volvió a ser visto.
El zorro regresó a la guarida del león, donde vio un ciervo conversando con él. El ciervo estaba diciendo: Quiero ver una prueba escrita de que eres un león... El león le dijo: Cuando no tengo hambre, no necesito molestarme. Cuando tengo hambre, no necesitas nada por escrito. El zorro al oírlo, dijo al león. ¿Por qué no me dijiste esto cuando te pedí un certificado para el conejo? Mi querido amigo replicó el león, debías haberme dicho que te lo pedía un conejo. Pensé que era para un estúpido ser humano, del que algunos de estos estúpidos animales han aprendido ese estúpido pasatiempo.

Josep M. Fericgla


1 comentario:

Nina Maguid dijo...

Y por eso, de vez en cuando, nos come el león.
Un beso enorme, Juremette!